martes, 19 de mayo de 2020

UN CUENTO DESDE UNA CARTA

UN CUENTO DESDE UNA CARTA

P. Daniel Albarrán


Hace días el Papa Francisco escribió una carta.

Le hablaba a los responsables de las comunicaciones.

Y hablaba de la importancia de contar.

Contar:

-- historias
-- cuentos
-- relatos

Porque al contar se "tejen"

se "re-crean" vidas.

Decía:

-- El hombre es un ser narrador.

-- Desde la infancia tenemos hambre de historias como tenemos
hambre de alimentos.

-- Ya sean en forma de cuentos, de novelas, de películas, de canciones, de
noticias…, las historias influyen en nuestra vida, aunque no seamos conscientes de ello.

-- A
menudo decidimos lo que está bien o mal hacer basándonos en los personajes y en las historias
que hemos asimilado.

-- Los relatos nos enseñan; plasman nuestras convicciones y nuestros
comportamientos; nos pueden ayudar a entender y a decir quiénes somos.

-- El hombre no es solamente el único ser que necesita vestirse para cubrir su vu

Y, se imagina..

Y, entonces, yo, que cuento cuentos,

me animé.

Y, me dije:

-- Gracias, Papa Francisco.

Y, colorín- colorado; este cuento se ha acabado

Fin.

UN CUENTO PARA CONSIDERAR

UN CUENTO PARA CONSIDERAR

P. Daniel Albarrán.


Érase una vez...

La parábola del Hijo pródigo.

Llama la atención el que padre de la parábola

no manda a nadie a recibir a su hijo que se había ido

y, que ahora regresaba.

Tampoco con el hijo mayor que se había molestado.

Con ambos sale el propio padre.

No delega.

Entonces, surgen preguntas:

-- ¿Cualquier comisión delegada sería una extorsión y una complicación de derechos?

-- ¿Tiene derechos el hijo, aún con la desventaja de estar en desventaja por haberse ido y regresar necesitado?

-- ¿Ser hijo en relación a la filiación padre-hijo es una condición que no acepta, bajo ninguna posibilidad, la delegación?

-- ¿Por qué no delega?

Llama, en todo caso, ese gesto hermoso del papá (que es padre).

Y, hace sentir al hijo como hijo.

La delegación haría sentir al hijo como un proscrito.

Además, de permitir que los delegados hubieran generado las tentaciones de conveniencias de su poder delegado...

No fue así, según se cuenta en la parábola.

Con ninguno de los dos hijos.

Y, era de mirar con simpatía al padre de esa historia.

Y, colorín-colorado; este cuento se ha acabado.

Fin

UN CUENTO DE PELÍCULA

UN CUENTO DE PELÍCULA

P. Daniel Albarrán


Érase una vez...

Estaban dando, por Netflix, la película "Los dos Papas".

Se trataba de los Papas Benedicto XVI y Francisco.

Todos la recomendaban.

Estaba siendo un boom.

Y, de eso se hablaba.

Entonces, me facilitaron las maneras

y, pude ver la película.

En tiempos:

Un poco un rato.

Otro poco otro rato, en tiempos de diez minutos.

Y, así, entre rato y rato, se sumaron los tiempos

y, al fin, pude ver la película,

como en siete u ocho ratos distintos.

Pues había qué hacer.

Y, tratando de resumir:

-- Es una lástima que en ella se vea una verdad de antojo-de guionistas y directores:

-- una rivalidad
-- una línea como de derecha y otra como de izquierda.

Y, esa idea queda reflejada cuando en la toma a distancia de la escena

en el jardín

los dos Papas se van:

Uno agarra hacia el lado izquierdo

y el otro hacia la derecha.

Tal vez, sea una escena para grabar en el inconsciente del espectador.

Y, sigue la película.

Quedando en claro que se trataba de dos maneras.

Y, llevando la simpatía hacia el Papa argentino.

Y, pensar que, entonces, se queda en deuda con la historia del grande hombre

del pensamiento y personalidad de los tiempos modernos,

tal vez, por mucho tiempo venidero

de la figura sufrida de la película en cuestión.

Y, colorín-colorado; este cuento se ha acabado.

Fin

UN CUENTO DE MANO

UN CUENTO DE MANO

P. Daniel Albarrán


Érase una vez...

Se estaba haciendo un retiro espiritual.

Entonces, en el momento de la conferencia-charla-reflexión

en vez de ella

se invitó

a que todos miraran su mano.

Por cinco minutos.

En silencio.

Hubo quien la miró:

al revés,

al derecho,

de pa' rriba,

de pa' bajo,

de lado.

Y, cada quien la miró como quiso.

Fueron cinco minutos.

En silencio.

Al cabo de esos cinco,

todos volvieron.

Y, se fueron a conversar sobre la mano,

de dos en dos.

Y, en eso se iban a dar quince minutos.

Y, al cabo del rato volvieron a la sala.

Y, se leyó el cuento de Anthony di Mello:

"La pelea del cuerpo":

No hubo charla.

No hubo conferencia.

Y, después del receso

se pasó al momento de las confesiones...

Y, colorín-colorado; este cuento se ha acabado.

Fin

MENSAJE DE CUARESMA 2020

MENSAJE DE CUARESMA 2020

P. Daniel Albarran


Es tradición esperar el mensaje del Papa para la Cuaresma.

Esta vez, para este año 2020, no era la excepción.

Y, esta vez, se dio, como siempre:

Pero, esta vez, tiene sus cosas nuevas:

Primero: es un mensaje bastante corto, en relación a otros por el mismo motivo.

Segundo: en su mensaje hay varios mensajes tipo resumen-pastillas que son muy interesantes.

Y, pareciera una nueva manera.

Así, tenemos, que:

-- el reconocimiento de nuestra existencia es exclusiva de Dios (no obra nuestra).

-- infierno es un vivir sin sentido en la vida y la vida.

En este punto, pareciera una nueva manera nueva de definir el infierno: “un sin sentido de la vida”.

Y, la idea de la conversión, que es obra de Dios, y no nuestra, para lo que funciona la oración, como experiencia de sentirnos amados de Dios sin merecerlo de nuestra parte.

Y, llama la atención, entonces, lo concreto y resumido de los mensajes, en su mensaje corto, concreto y resumido.

Parecía, que era hora de cosas de esa manera.

Y, la convocatoria para reunirse en Asís de los jóvenes economistas para re-diseñar una economía según el espíritu de las bienaventuranzas.

En una experiencia de dialogo.

Y, con ello, resumimos lo que ya está resumido en el mensaje del Papa Francisco, en su mensaje de Cuaresma 2020.

Encontrando novedad en su metodología.

Y, colorín-colorado; este cuento-resumen se ha acabado.

Fin.

UN CUENTO DE RECORDATORIO

UN CUENTO DE RECORDATORIO

P. Daniel Albarrán


Érase una vez...

Se estaba a dos días de celebrarse

El Miércoles de cenizas.

Mensajes iban

Mensajes venían

y se hablaba de su significado.

Entonces, alguien preguntó:

-- "¿Poror qué se pone uno la ceniza?

-- "Porque es un recordatorio" -- contestó el otro.

-- "¿De qué?"

-- "Que nos vamos a morir"

-- "¿Queeeeeeee?"

-- "¡Ah, puesggggg...!

-- "¡Y, que tenemos que dar cuentas a Dios!

-- "¡O, sea...O, sea...!"

-- Claro...por esos nos dicen:

"Acuérdate que eres polvo, y al polvo has de volver".

Entonces, se quedaron pensativos.

Y, colorín-colorado; este cuento se ha acabado.

Fin

UN CUENTO DE REACCIÓN

UN CUENTO DE REACCIÓN

P. Daniel Albarrán


Érase una vez...

Estaban algunos hablando,

y hablaban de que si lo de las cenizas

del Miércoles-cenizas

era para recordarnos el hecho de la muerte,

entonces, no valía la pena ir a esa misa.

-- ¡ Susto ! -- dijo uno

Y, todos soltaron la carcajada.

-- ¡ De eso se trata ! -- dijo otro.

Y, por esos caminos "projuuundos" se fueron metiendo.

Y, entre risotada y profundidades

iban comprendiendo, igualmente, que tendrían que ir a la misa del Miércoles,

pues, así son las cosas.

Y, colorín- colorado; este cuento se ha acabado.

Fin

UN CUENTO DESDE UNA CARTA

UN CUENTO DESDE UNA CARTA P. Daniel Albarrán Hace días el Papa Francisco escribió una carta. Le hablaba a los responsables de las ...