UN CUENTO DE PROPIEDAD
P. Daniel Albarrán
Érase una vez...
La ciudad de Mérida y todo el Estado.
La gente iba porque todo en ella y en él
era turísmo.
Se usaba, entonces, un lema turístico:
"Mérida suya".
Eso decían los carteles
y los grandes avisos
apenas se entraba.
Y, para todo y en todo
siempre el mismo lema.
E, iban de todos lados
a hacer turismo.
Y, había turistas de turistas:
los que botaban la basura en los recipientes
destinados para eso.
Los que echaban la basura
por dondequiera.
Entonces, en radio Cumbre,
una emisora de la ciudad
empezó a hacer una contra-campaña a la habida.
Decía: "Mérida no es suya"
"Mérida es de los merideños"
No es suya.
No venga a hacer aquí lo que hace en su casa.
Haga aquí lo que aquí hacemos.
Y, entonces, el locutor, que se llamaba Omar Dávila
de tanto decir su nuevo lema
en sus programas,
hizo que el instituto de tuismo cambiara
el lema.
Era un asunto de concientización.
Parece que lo mismo está sucediendo
con la campaña de defensa de la UNIVERSIDAD de Oriente,
la UDO.
No es de todos.
Y, colorín-colorado; este cuento se ha acabado.
Fin.
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