UN CUENTO DE CONFESIÓN
P. Daniel Albarrán
Érase una vez…
Se comenzaba la Cuaresma
Tiempo especial de conversión.
Entonces, muchos se estaban preparando para confesarse:
Según manda la Iglesia, de confesarse, por lo menos, una vez al año (Catecismo de la Iglesia Católica, numeral 1457).
Y, entre otras cosas, se recordaban los pasos para confesarse:
1) Examen de conciencia
2) Dolor de los pecados
3) Propósito de enmienda
4) Decir los pecados al confesor
5) Cumplir la penitencia
Entonces, muchos que iban a confesarse por esos días,
Estaban reflexionando sobre la conversión
Y su proceso.
Poniendo como fundamento que es un don y una gracia de Dios.
Y, sobre todo, que es una experiencia de la Misericordia de Dios.
E, iban escribiendo en un papelito de las cosas que se iban acordando
Y que irían a decir, en momento tan importante de la vida.
Poniéndose un poquito nerviosos
porque siempre se pone uno nervioso.
Y, colorín-colorado; este cuento se ha acabado.
Fin
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